Escuela de Formación Política
En 1924, hace 100 años, nació un 10 de octubre Julián Gómez del Castillo en Santander una de las personas más importantes del siglo XX español y al mismo tiempo más silenciadas.
De familia obrera y socialista militante se encontró con Cristo cuando ya tenía 18 años en plena España del hambre y de la mano de Guillermo Rovirosa continuó su militancia obrera pero ahora totalmente centrada en el Mandamiento Nuevo, dentro del apostolado obrero, con un amor incondicional a Cristo, la Iglesia y los empobrecidos. Su gran capacidad de trabajo y su inteligencia le pusieron en el foco del poder que le ofreció la posibilidad de tener estudios universitarios. Sin embargo, Julián, fiel a su compromiso con Cristo y con los obreros empobrecidos y derrotados, rechazó la oferta porque era consciente del desclasamiento que implicaba.
Tras años de infatigable labor, a principios de los 60, fue el principal impulsor de la Editorial ZYX, la más importante editorial de cultura obrera frente al franquismo. Fue perseguido por el régimen pero también denostado por muchos de sus compañeros de lucha por no dejar que el apostolado obrero fuese instrumentalizado por las corrientes democratacristianas y marxistas. Su inmensa labor de formación de militantes cristianos hizo posible que a la muerte del dictador los puentes que ayudó a construir entre la Iglesia y el mundo obrero sirvieran para evitar otra guerra civil.
A principios de los años 80 del siglo XX lanzó junto con otros militantes cristianos el Movimiento Cultural Cristiano, una organización de apostolado privado para la evangelización en el siglo XXI. Lo esencial era y es la promoción de militantes cristianos pobres que asumieran su responsabilidad política por fe en Jesucristo desde un profundo sentido de la conversión y desde la espiritualidad de encarnación en los más empobrecidos de la tierra.
El Movimiento Cultural Cristiano ha desarrollado durante estos 40 años de vida por medio de sus plataformas (Editorial Voz de los sin Voz, Aula Malagón Rovirosa, Aula Julián Gómez del Castillo en Venezuela, Campaña por la Justicia Norte Sur, Casas de Cultura y Solidaridad…) una labor permanente de promoción humana integral y colectiva desde la Solidaridad entendida como compartir hasta lo necesario para vivir y no como un sentimiento burgués, sino como la determinación firme y perseverante de trabajar por el Bien Común. También ha sido un eje fundamental la defensa de la Autogestión como expresión personal e institucional del protagonismo imprescindible de cada ser humano en la gestión de su vida frente a liderazgos dirigentistas y paternalistas. Actualmente el Movimiento Cultural Cristiano desarrolla su labor evangelizadora en España, Venezuela y Perú.
La situación política de España y del mundo en 2024 pone de manifiesto que caminamos aceleradamente hacia un nuevo totalitarismo neocapitalista de naturaleza tecno financiera con una degradación evidente de la democracia formal y de la clase política. Hoy más que nunca es imprescindible que el pueblo (que no es lo mismo que la sociedad civil capitalista), la comunidad de los excluidos de los beneficios del poder y del dinero, asuma su responsabilidad política porque más pronto que tarde se impondrá una nueva dictadura de manera total como un poder digital que intentará controlarlo todo y cuya estrategia es la expropiación sistemática de todos aquellos bienes materiales, culturales y espirituales que las personas y los pueblos necesitan para desarrollarse adecuadamente y ser libres.
Por eso nace la Escuela de Formación Política del Foro Julián Gómez del Castillo como una experiencia de promoción humana que vaya dotando al pueblo, especialmente a la nuevas generaciones, de la conciencia política necesaria para afrontar el presente, pero sobre todo un futuro en el que hay que conquistar nuevos espacios de libertad, justicia y solidaridad frente al poder totalitario del neocapitalismo. Julián Gómez del Castillo fue un testimonio de entrega, de militancia cristiana y obrera frente a la injusticia y la opresión y queremos que su figura ilumine nuestro quehacer.
Así sea.