Vídeo: La izquierda postmoderna y el neocapitalismo
Es el título del penúltimo encuentro de la escuela de formación política que ha tenido lugar en la casa de cultura y solidaridad del MCC, DERSA.
La presentación y moderación del acto ha estado a cargo de Carlos LLarandi que ha destacado la importancia del tema a tratar hoy porque no son pocas las teorías que afirman que la dialéctica izquierda derecha y otras parecidas ha cambiado de una forma notable y por tanto es importante el análisis de las distintas realidades que nos puedan ayudar a comprender este tema. Sobre todo de cara a lo que es uno de los objetivos del Foro JGC que es justamente el compromiso político de los que quieren dar un impulso por realizar el bien común de toda la sociedad. Después Carlos ha presentado al ponente, José Luis Muñoz de Baena, una persona experta justamente en este análisis de la subjetividad de la modernidad y de la posmodernidad en el terreno político y jurídico que es justamente su campo de investigación. Es doctor en Derecho, doctor en Filosofía, actualmente es profesor titular de Filosofía del Derecho en la Universidad Nacional de Educación a distancia y tiene multitud de artículos y participación en manuales y libros, etc…
Entrando ya en la reflexión que ha realizado Jose Luis Muñoz en el que ha empezado planteando distintas observaciones que tienen que ver con los grandes autores de la llamada postmodernidad y de los planteamientos que son base de muchos de los discursos de la llamada izquierda postmoderna actual.
Algunos de estos autores sostienen que se ha producido la crisis de los grandes relatos o de los metarrelatos, el metarrelato religioso, el científico, etc. Con ello se produce la imposibilidad de encontrar algo que una y cruce todos los discursos.
Otro de los grandes postulados de los autores postmodernos es que no hay una naturaleza humana, la naturaleza es contingente y no podemos hablar con sentido sobre la esencia de las cosas. La línea nominalista que ha tenido más éxito es la de Foucoult, cuya influencia ha sido terrible en la filosofía, dice Jose Luis, porque lo que hace es negar que exista nada como una naturaleza humana. “Toda certeza es el producto de una época concreta, toda certeza tiene que ver con una Sociedad Económica. La verdad es un problema construido en cada época y en cada situación y tienen como inquietante trasfondo al poder”.
Continúa José Luis desgranando el pensamiento postmoderno reflexionando sobre términos muy actuales como la postverdad. Y esto trae como consecuencia lo que llama Foucoult la muerte del hombre. Lo dice con una frase fantástica pero inquietante “ el hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la arqueología de nuestro pensamiento”.
Otra de las frases y pensamiento foucoliano es la de que el saber no ha sido hecho para comprender, ha sido hecho para hacer caja. Es la imposibilidad de un discurso abarcador que quita también el sentido y la continuidad de la historia. A partir de aquí en este pensamiento base del postmodernismo actual, el sentido del todo es imposible y el escepticismo impide encontrar una certeza alguna en la política porque no hay posibilidad de un bien común.
Para el postmoderno lo político lo único que lo define es el sentido antagonista, la lucha entre las distintas posiciones, claro sobre esta base, cómo vamos a levantar una teoría de la justicia al modo clásico es que es imposible y si no hay unos valores y unas creencias y unas certezas y un concepto de lo bueno o si se quiere kantianamente de lo debido, si no hay un mundo compartido, una virtud cívica, si no hay nada como eso no es posiblemente la justicia. Luego la justicia social, la solidaridad, el bien común y el internacionalismo que caracterizaban a las izquierdas desaparecen no se puede buscar el bien común más que bajo la confluencia y la articulación ocasionalmente y tácticamente, lo que produce consecuencias muy peligrosas.
José Luis sostiene que la pseudoizquierda posmoderna es una degradación de toda idea de izquierda ante un panorama de creciente eliminación de las políticas sociales, sometidas a la dictadura neoliberal del control del déficit, la actual pseudoizquierda, consciente de la enervación progresiva de todo deseo de transformación social, ha hecho bandera de las identidades, cuya defensa sale casi gratis y no genera déficit. El mecanismo es sencillo, se ha sustituido la lucha de clases por la lucha de identidades, La transformación social relativa al justo reparto de los bienes se convierte en una transformación cultural centrada en el reconocimiento de las identidades, reales o imaginadas.
Por ejemplo, el tema del aborto se plantea simplemente como una cuestión de libertad de elección y de derechos subjetivos. No somos muchos las personas de izquierdas o radicales que estamos en contra del aborto, pero es que ahora es un derecho subjetivo, y es que no puede ser un derecho subjetivo, otra vez la voluntad. Pero claro, se encuentra uno que al disolver todo lo común en nombre de una concepción donde lo esencial es el poder y no el ideal compartido la pseudoizquierda postmoderna acaba por confluir con las posiciones del neoliberalismo capitalista que si algo es es individualista. Y lo hace bajo la podrida forma del progresismo.
Agradecemos muy sinceramente a José Luis Muñoz de Baena su aportación esta tarde para ayudarnos a comprender la posmodernidad en el mundo de la izquierda actual.