formación política

Por una comunidad hispanoamericana de promoción humana

Con el título “Por una comunidad hispanoamericana de promoción humana” ha tenido lugar el II encuentro de la Escuela de Formación Política organizada por el Foro Julián Gómez del Castillo y que se desarrolla en la Casa de Cultura y Solidaridad “Dersa” del Movimiento Cultural Cristiano en Madrid.

En la presentación del acto se ha hecho referencia a dos personas y un libro. El libro es “La rebelión mestiza», una de las personas es el autor del libro, José Luis Rubio Cordón, y la otra persona es el que da inspiración y título a nuestros encuentros, Julián Gómez del Castillo.

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Este acto, se ha comentado, puede ser un tributo a su vida, de los dos, y a sus planteamientos sobre el papel de Hispanoamérica. Sus ideas sobre el sentido y la importancia para el futuro de la cultura iberoamericana marcada por el mestizaje nos dan idea de su increíble capacidad para leer el futuro que hoy y ahora no podemos dejar de admirar.

Con encuentros como estos queremos seguir siendo fieles al encargo que hace ya muchos años nos lanzó nuestro maestro y amigo JGC por medio de aquel grito “Somos Iberoamericanos”.

Después de la presentación ha tenido lugar en primer lugar la intervención de Marimar Araus, militante del MCC, doctora en historia con una tesis sobre la historia del movimiento obrero en Iberoamérica dirigida por José Luis Rubio. Marimar nos ha hablado, precisamente, de él como un hombre entusiasmado con el valor de la cultura iberoamericana y sus posibilidades humanizadoras y solidarias.

Después ha intervenido su marido, Carlos Llarandi, militante del MCC, químico y profesor de enseñanza secundaria y bachillerato.  Carlos ha planteado la necesidad de una propuesta política de futuro en clave de solidaridad desde una cultura hispanoamericana de promoción humana.

Carlos ha empezado su intervención desde una idea fuerza: en la historia solo perdura la solidaridad. Sentido de trascendencia. “Nuestros mayores nos enseñaron, y creemos que es así, que lo que realmente perdura en la historia es lo que hay de solidario. Y esta perdurabilidad no es fruto de nuestras capacidades humanas. Más bien, como sabemos, predominan las debilidades, las limitaciones, los errores. Si hoy recordamos la solidaridad encarnada en múltiples experiencias humanas no fue por su perfección sino porque humildemente participaban del amor de Dios debido a la entrega de sus protagonistas”.

Otra clave importante que ha señalado Carlos es la Hispanidad frente a la dialéctica nacionalista. El nacionalismo es un movimiento que tiende a dividir a los pueblos. Esta división siempre debilita a los débiles y fortalece a los poderosos. Fue un invento de la burguesía para dominar y explotar mejor a los pueblos en general y a la clase obrera en particular.

Frente a las fuerzas centrífugas que tienden a romper creemos que siempre hay que integrar en comunidades humanas más amplias bajo los principios de Bien Común, subsidiariedad y solidaridad. Vincular pueblos que tienen una identidad común es una obligación moral.

¿Qué es una comunidad hispanoamericana de promoción humana?

Es un conjunto de personas, que como tales se asocian, se vinculan de forma libre, (cultural, económica y políticamente) para caminar juntas a lo largo de la historia intentando de forma solidaria y autogestionaria trabajar amistosamente (en sentido aristotélico) por el Bien Común. Única forma de aunar adecuadamente el bien de cada persona, sin exclusión de nadie, con el bien de la comunidad. Bien entendido como una buena vida personal y colectiva.

La promoción del ser humano se entiende de manera integral y comunitaria. La promoción del pueblo, comunidad de los excluidos de los privilegios del poder y del dinero es incompatible con el asistencialismo y el paternalismo. Y también es incompatible con cualquier opción elitista.

La constitución de esta comunidad es un proceso lento, a largo plazo pero que empieza desde ya y que supone necesariamente que todas las iniciativas deben caminar hacia una integración cultural, política y económica adecuada.

La particularidad de este proceso es su esencia hispánica que es fundamentalmente mestiza en sentido amplio (racial, cultural, etc). Por razones históricas hay una realidad de 500 millones de personas “mestizas” con unas raíces comunes que facilitan su integración y por tanto su caminar hacia la fraternidad. Y esa naturaleza esencialmente mestiza es un potencial integrador para toda la familia humana. Y este mestizaje en sentido amplio que se produjo hace 500 años en el encuentro inevitable entre dos mundos radicalmente diferentes fue posible por una razón fundamentalmente: por el cristianismo, que configuró muchas de las realidades personales, ambientales e institucionales del mundo hispanoamericano. Lo católico favoreció el mestizaje como expresión de una única comunidad. No fue un simple determinismo biologicista.

Actualmente estamos en un momento de cambio geopolítico muy importante y este cambio es una oportunidad para plantearse una estrategia de solidaridad (geopolítica de la solidaridad) a nivel político que vaya configurando una comunidad hispanoamericana de promoción humana con un potencial de 500 millones de personas que se salga de los parámetros de la geopolítica del poder con la que necesariamente va a confrontarse.

No es una propuesta política cerrada sino abierta, en construcción bajo una serie de principios integradores: Bien Común, Solidaridad y Subsidiariedad. Y con una historia de promoción humana concreta.

¿Cómo se puede generar una geopolítica de la solidaridad que necesariamente se va a confrontar con otras geopolíticas incluidas las mafiosas?

Solo si se hace desde el protagonismo y la promoción del pueblo y con una estrategia acorde con ello. Ningún sector social posee idoneidad moral por sí mismo. La moralidad de una sociedad debe venir determinada por los principios y los hechos morales objetivos que se produzcan. Ni el proletariado, ni los indígenas, ni los criollos, ni las élites tienen la patente de corso moral Desde ahí se puede plantear una estrategia de integración con otras realidades Filipinas, Brasil y Portugal, Italia, etc.

● Bien Común. Solidaridad, Subsidiariedad.

● Promoción integral y colectiva del pueblo.

● No violencia.

● Desarrollo educativo vocacional.

● Conciencia política autogestionaria.

● Trabajo sobre Capital

● Generación de vínculos culturales, sociales, económicos y finalmente políticos.

Necesidad de una estrategia de solidaridad:

● Denuncia de todos los imperialismos

El acto ha terminado con unos anuncios finales, un breve diálogo con los asistentes y después un compartir para charlar de una forma más informal.